Tengo cáncer, pero ¿tengo derechos?
El cáncer es una lamentable enfermedad de la que nadie está
exento y es la culpable de la muerte de millones de personas al año en el mundo, a pesar de que existen avanzados
tratamientos para contrarrestarla. En Venezuela además de todo el bagaje
fisiológico, social y emocional que implica padecer de alguna de las formas de
esta enfermedad, se debe también luchar contra problemas de la administración
de la salud, como los que se han dado lugar en los Centros Oncológicos públicos
del país.
Me quiero referir, en este pequeño artículo, al gran
problema que tienen que sobrellevar los pacientes oncológicos, ya que al estar
en crisis los centros asistenciales públicos, que tienen la mediana
infraestructura necesaria para diagnosticar y aplicar el tratamiento a las
diferentes expresiones de ésta enfermedad, se arriesga la integridad del
paciente y por consiguiente se disminuyen las posibilidades de recuperación
(ver: http://goo.gl/FKT4jP y http://goo.gl/VwPZib )
El derecho a la salud pública es un Derecho Constitucional
de todo venezolano, y está consagrado en el artículo 84 de la Constitución de
la República Bolivariana de Venezuela, del que transcribiré un extracto:
“Artículo 84. Para garantizar el derecho a la salud, el Estado creará, ejercerá
la rectoría y gestionará un sistema público nacional de salud, de carácter
intersectorial, descentralizado y participativo, integrado al sistema de
seguridad social, regido por los principios de gratuidad, universalidad,
integralidad, equidad, integración social y solidaridad.(…)” Este artículo no
contiene palabras vacías o que sirven de adorno para un texto cualquiera; este
artículo es vinculante y contiene OBLIGACIONES que recaen únicamente en cabeza
del Estado.
Entonces, al ser obligación del mismo Estado, es decir,
responsabilidad directa de los políticos que han hecho, hacen o aspiran hacer
carrera política en el país, es que a cada uno de nosotros nos debe nacer el
espíritu crítico para preguntarnos y preguntarles a estas personas que se
postulan o se han postulado como los salvadores del país, qué van a hacer para
parar esta crisis, o mejor dicho esta HUMILLACIÓN.
Es indignante, que un paciente oncológico deba ser
trasladado de un centro asistencial a otro porque no se ha hecho el
mantenimiento adecuado a la infraestructura o a los equipos que sirven para el
diagnóstico y tratamiento de esta enfermedad.
Es incalificable, que centros de tanta importancia, como los
oncológicos, no tengan purificadores de aire ni aire acondicionado.
Es incomprensible, que en época de socialismo y revolución,
los ciudadanos que padecen de una enfermedad tan agresiva y desgastadora, como
lo es el cáncer, no tengan garantizado su derecho a la salud como lo establece
la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
Es inhumano, el descuido que se ha dado lugar en estos
centros asistenciales, pero además es ilógico que no tengan insumos para el
tratamiento y diagnóstico de la enfermedad en un país que tiene tratados que
intercambian petróleo por insumos y médicos.
Todos los políticos, desde el comienzo de la democracia, son
culpables del sufrimiento de estas personas por no prever e invertir anualmente
en la mejora de estos centros asistenciales. Los que están hoy en su turno de gobernar, son
doblemente responsables, ya que el mismo Comandante Hugo Chávez (quien en su
momento también sufrió esta enfermedad) fue el que gestó la Constitución que
hoy los obliga categóricamente.
Manuel V. Narváez B.